
Los niños crecen muy rápido y a medida que crecen las cosas le van quedando pequeñas y no le sirven..
Por ello propongo que las gafas infantiles sean ajustables, es decir, que permitan a los padres alargar las patillas y ajustar la longitud del puente fácilmente para poder aprovechar las gafas durante unos añitos más.
Este sistema también se podría utilizar para gafas de adultos. Cada persona tiene una morfología distinta de cara y algunos modelos de gafas pueden gustarle pero no poder comprarlas por no ajustarse bien a su cara.
Con unos simples pasadores, tal y como la correa de un reloj, se podría ajustar de forma fácil y segura.
De este modo aumentarían las ventas, tanto en adultos como en niños. Los padres estarían encantados comprando unas gafas que duraran más tiempos a sus hijos y los adultos podrían elegir la montura que quisieran de las gafas sin preocuparse de que no le sienten bien en la cara.